Salsa Alfredo
Equipment
- 1 sartén
Ingredientes
- 1/2 taza (115 g) de mantequilla
- 1 taza (240 ml) de crema espesa
- 1 taza (100 g) de queso parmesano rallado
- 1 taza (100 g) de queso mozzarella rallado
- 2 dientes de ajo, picados
- Sal y pimienta al gusto
- Nuez moscada al gusto (opcional)
Elaboración paso a paso
- En una sartén grande, derrite la mantequilla a fuego medio.
- Agrega el ajo picado y saltea hasta que esté fragante, pero no dorado.
- Vierte la crema espesa y calienta hasta que esté a punto de hervir, revolviendo constantemente.
- Reduce el fuego a bajo y añade gradualmente los quesos rallados, revolviendo hasta que la mezcla esté suave y los quesos se hayan derretido por completo.
- Condimenta con sal y pimienta al gusto. Si lo prefieres, agrega un toque de nuez moscada para realzar los sabores.
- Cocina a fuego lento durante unos minutos, revolviendo continuamente, hasta que la salsa haya alcanzado la consistencia deseada.
Notas
La Salsa Alfredo es un tesoro de la cocina italiana conocido por su rica cremosidad y sabor indulgente. Aunque su origen es discutido, se cree que fue creada por Alfredo di Lelio en Roma. En esta ficha, exploraremos la historia de la salsa Alfredo, sus ingredientes esenciales y cómo prepararla para disfrutar de una experiencia culinaria verdaderamente reconfortante.
Historia
La salsa Alfredo tiene sus raíces en el restaurante Alfredo alla Scrofa en Roma. Según la leyenda, Alfredo di Lelio creó esta salsa en la década de 1920 para satisfacer el apetito de su esposa embarazada, quien tenía dificultades para comer. La receta original consistía en mantequilla y queso parmesano mezclados con fettuccine. La fama de la salsa se disparó cuando Mary Pickford y Douglas Fairbanks, celebridades estadounidenses, la probaron durante su luna de miel en Italia y la popularizaron en Estados Unidos. Desde entonces, la salsa Alfredo ha conquistado mesas en todo el mundo.
Ingredientes Esenciales
- Mantequilla: Aporta riqueza y suavidad a la salsa.
- Crema: Proporciona la base cremosa y lujosa.
- Queso Parmesano: Añade un sabor salado y umami.
- Ajo: Opcional, pero agrega un toque de sabor.
- Pimienta: Para equilibrar la cremosidad con un toque de picante.
Conclusión
La Salsa Alfredo es un clásico atemporal que eleva cualquier plato de pasta. Su origen romano y su viaje a la fama internacional dan testimonio de su irresistible sabor y textura. Ya sea que la sirvas sobre fettuccine, pollo o verduras, la Salsa Alfredo te ofrece un festín de indulgencia italiana en cada bocado. ¡Prepárala en casa y deleita a tus sentidos con esta deliciosa creación culinaria!